- ¡Oye tío! ¿Te vienes este fin de semana a esquiar a Sierra Nevada?
- ¡Estás loco! No puedo. Estoy a dos velas. No me llega ni para tomarme unas cañas
En la revista "Muy Interesante" leemos lo siguiente:
"Estar a dos velas" equivale a estar sin blanca, es decir, sin dinero, sin recursos de ningún tipo. En El porqué de los dichos, José María Iribarren sugiere que alude al juego y al hecho de que, antiguamente, en las timbas y partidas de naipes "ilegales", el banquero solía contar los puntos y el dinero a la luz de dos velas. En este supuesto, si un jugador lograba ganar todo el dinero de la banca literalmente dejaba al banquero "a dos velas".
Además esta expresión suele ir acompañada de un gesto muy característico:
con la palma de la mano delante de la cara, se separan los dedos índice y corazón y se colocan uno a cada lado de la nariz. Después se deslizan hacia abajo rozando la cara varias veces.
En el siguiente vídeo puedes ver cómo se hace:
Pues ya lo sabes. Si andas corto de dinero no te quedará más remedio que rechazar cualquier plan que te propongan con esta expresión y su gesto correspondiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos encantan tus comentarios. ¡Haznos felices!